Hace dos años que concluyó la rehabilitación del Real Carenero y del entorno de baterías defensivas que rodea el Sitio Histórico del Puente Zuazo, la primera fase del proyecto estrella del Bicentenario de Las Cortes que La Isla celebró en 2010.
Las obras, sin embargo, siguen sin ser recepcionadas y la continuación del proyecto -la segunda fase, que contempla la intervención prevista en el Puente Zuazo- está presupuestada en 19 millones de euros, por lo que está descartada por el momento. Así que nadie, ninguna de las administraciones implicadas, sabe muy bien qué hacer con el Carenero y las baterías recuperadas, que languidecen día a día a la espera de una solución.
La actuación, sin dinero para seguir adelante y sin un proyecto de uso claro, hace tiempo que se ha convertido en el paradigma del fracaso del Bicentenario isleño. Se ha intentado rentabilizar la recuperación del patrimonio con un uso provisional, se han barajado varias ideas e incluso ha aparecido algún que otro inversor interesado. Pero nada ha conseguido cuajar en estos dos últimos años.
Ahora, el Ministerio de Fomento, responsable de la actuación promovida por el Ayuntamiento isleño al calor del Diez, quiere que se recepcionen el Carenero y las baterías toda vez que las obras de rehabilitación han concluido hace ya tiempo. El problema es que la parte rehabilitada del Sitio Histórico es, precisamente, la que se asienta en el extremo del puente emplazado en el término municipal de Puerto Real y su Ayuntamiento, lógicamente, se niega a asumir en solitario la carga que supondría hacerse con estas instalaciones.
Para desbloquear esta situación, a iniciativa del Consistorio isleño, se ha convocado una comisión de seguimiento de las obras integrada por los Ayuntamientos de San Fernando y de Puerto Real así como por representantes del Ministerio de Fomento. Se trata -desveló el alcalde, José Loaiza- en el transcurso del debate del pleno ordinario que se celebró el pasado viernes "de buscar una salida para la situación actual del Carenero". Dicha comisión -aseguró el regidor- se reunió a instancias del equipo de gobierno isleño la semana pasada para abordar el problema y poner sobre la mesa varias alternativas. Esta semana -insistió- está previsto que se vuelva a reunir para avanzar en una posible solución.
El delegado de Desarrollo de la Ciudad, el concejal isleño Ángel Martínez, ahondó con posterioridad en la cuestión. Entre las propuestas que se estudian, explicó, se baraja completar la rehabilitación del Carenero con la dotación de servicios (agua, electricidad...) en aras a facilitar un posible uso provisional de las dependencias.
Lo que sí se descarta a corto plazo es la posibilidad de afrontar la segunda fase del Sitio Histórico, esencia del proyecto perseguido por La Isla desde hace más de una década que se intentó sacar adelante con el Bicentenario. Su presupuesto ronda los 19 millones de euros y, aunque hay voces que han planteado que se dividida la actuación en fases para que sea viable, la elevada inversión que supone imposibilita su ejecución.
