REMEMORAR Y HOMENAJEAR, CON LEMBRANZAS Y REFERENCIAS, A LA CONSTITUCIÓN DE LA LIBERTAD. MODELO DE LAS HISPANOAMERICANAS, LA PRIMERA DE LA HISTORIA CON PARTICIPACIÓN DE LOS DIPUTADOS DE LAS PROVINCIAS ESPAÑOLAS DE ULTRAMAR, Y OTRAS NOTICIAS SOBRE CÁDIZ, SU PROVINCIA E HISPANOAMÉRICA.
miércoles, 28 de septiembre de 2016
Cielito lindo. México.
Cielito lindo usualmente acompañada de mariachis, ha sido parte del repertorio de importantes figuras folklóricas y es un símbolo informal de México, ya que mezcla emociones que se arraigan en el gusto popular, especialmente en el extranjero, donde grupos de mexicanos cantan para identificarse como tales.
lunes, 26 de septiembre de 2016
Puntales y Astilleros reclaman con más fuerza su playa que San Carlos.
Un agosto de gran levantera
domingo, 25 de septiembre de 2016
Cádiz provincia en una guía turística de 1930.
Cubanología - Recuerdos inolvidables
HISTORIA DE LA CUBA DE AYERAunque su verdadero nombre era Antonio Fernández en Cuba todos lo conocían por Ñico Saquito.Lo de "saquito" le venía por la guantilla en forma de saco que solía usar de muchacho en los placeres de Santiago de Cuba, su ciudad natal, cuando jugaba a la pelota. Las guantillas eran un guante de lona o tela, que los muchachos pobres solían hacer para jugar con ellos al béisbol, con esas guantillas, que parecían un "jamo" o saco se podían hacer maravillosos engarces.Pero la fama de Ñico Saquito no le vino por el béisbol, sino por la canción y la música y por su peculiar manera de incluir en sus composiciones musicales temas destacados de la variopinta actualidad nacional cubana.En una época en que no existía más que la radio como medio de comunicación masiva, Ñico, autor, trovador y guitarrista le contó a los cubanos la actualidad con sus canciones. fueron famosas sus composiciones sobre "El Madrugón del 10 de marzo" cuando el golpe de estado de Batista; "Ya don Rafael habló", en referencia a la novela "El Derecho de Nacer"; "El Berrinche de María y Agustín, sobre la desavenencia de María Félix y Agustín Lara; "Silverio y la luna", contaba las andanzas del torero Silverio Pérez.Entre sus canciones más populares estaban: "Al vaivén de mi carreta", "Compay Gallo", María Cristina me quiere gobernar", "Jaleo", "No deje camino por vereda, "La vaca lechera".La punzada de guajiroEn Cuba se producían muy buenos helados, tal vez la necesidad de contar con líquidos refrescantes dio origen a que nos especializáramos en prepararlos.Todos recordamos los helados de la abuela, hechos en aquellas sorbeteras de madera, alimentadas con hielo y sal, a las que había que hacerlas girar con una manigueta hasta que el líquido cuajara y saliera el delicioso mantecado.Luego aparecieron los "durofrío", hechos en el congelador de los refrigeradores y los jugos de frutas helados casi a punto de congelación.Y sucedía que si usted tomaba un helado, durofrío o refresco rápidamente, sentía un dolor agudo, penetrante, insoportable y temporal desde el cuello hasta la cabeza: tenía la "punzada de guajiro".La razón científica de esta reacción, según me indican, es que se produce un enfriamiento de los nervios que irrigan la garganta y esto hace que se sienta la sensación de dolor o "punzada" del cuello a la cabeza.Me han dicho que la frase se originó porque cuando comenzaron a popularizarse en Cuba los helados y productos refrigerados los guajiros comenzaron a consumirlos y como no tenían costumbre de consumir materia tan fria, los bebían muy rápido, con lo cual daban origen al enfriamiento o "punzada" de que hablamos y como los que más frecuentemente sentían la "punzada" eran los guajiros, por las razones que apuntamos, el vulgo bautizó el fenómeno como "la punzada de guajiro".Mi recomendación es que no beba líquidos helados muy rápido si no quiere que le dé la "punzada de guajiro".El Tingo TalangoSi usted es cubano viejo seguramente ha oído hablar del "Tingo Talango". Y ¿Qué es el Tingo Talango? Bueno, según dice Julio Cuevas en su sabrosa guaracha del mismo nombre, el Tingo Talango es un instrumento musical que "no es de cuerda ni de viento."El Tingo Talango es de origen congo y según Helio Orovio en su Diccionario de la Música Cubana, "consiste en una rama flexible clavada en la tierra que, arqueada, pone en tensión un cordel hecho de yagua o de latón. Esta va fija al suelo, tapando un hoyo hecho en la tierra a cierta distancia del arco tensor".Y sigue diciendo Orovio: "El músico, de pie o sentado, según el tamaño del instrumento, frente a la cuerda o alambre que ha quedado vertical, tenso, lo golpea con un palo, mientras que con la otra mano, apoyada en el bejuco arqueado, modifica la tensión y obtiene sonidos de diferentes alturas".En la guaracha de Cuevas hay un estribillo que dice: "dale que dale al sumbantorio". ¿y qué es el "sumbantorio" se preguntará usted?. Pues, según mis fuentes, es como le llamaban los cubanos viejos al trasero de la mujer, al que también se referían como el "volumen" de Carlota.LiborioAsí como el "Tio Sam" simboliza al pueblo norteamericano, Liborio es el personaje que simboliza al pueblo de Cuba. este personaje de pronunciada nariz, largas patillas y atuendo campesino expresó por varias décadas el pensar y el sentir el decir y el sufrir del pueblo cubano.Creado por el caricaturista Ricardo de la Torriente, apareció por primera vez en 1900 en el peridico La Discusión que dirigiera Torriente y más tarde y desde 1905 hasta 1931 en en el semanario La "Política Cómica" también dirigido por Torriente.Todas las vicisitudes, penas y alegrías del pueblo cubano en esas décadas fueron captadas por Liborio y expresadas a veces en cuartetas otras veces con sólo un gesto de su cara, ya que Liborio era un bromista un tanto satírico.Hacia los años cincuenta surgieron otras versiones más modernas de Liborio y hasta surgió Liborito Pérez, versión más ligera y con distinto talante: sin patillas ni bigote, de cara regordeta y sombrero mambí y guayabera criolla.Esta nueva versión de Liborio apareció también en el semanario humorístico Zigzag de Castor Vispo y Roseñada, que en cierta forma fue el continuador, al menos en el estilo humorístico de La Política Cómica.Liborio desapareció de la escena cubana como desaparecieron muchas de nuestras mejores tradiciones.Botellas y botellerosA lo q ue en otro lugares llaman sinecura, prebenda, canonjías o mamandurrias, en Cuba les llamamos botellas. La botella es una cantidad que se percibe sin trabajar, o por no hacer nada. es, sencillamente, un privilegio.El origen de la palabra botella para definir este hecho no es muy claro, aunque se afirma que quizás se deba al hecho siguiente, cuando se establecieron los juegos de pelota vasca o "Jai-Alai" en La Habana, se permitía la entrada "de balde" a ciertas personas que entraban al frontón con botellas de agua fría para que los pelotaris saciaran su sed.Como las personas que entraban con las botellas no pagaban, el público asoció este privilegio con las botellas y a los que llevaban les llamaban botelleros.Las botellas y botelleros alcanzaron su mayor popularidad en tiempos del presidente Mario García Menocal, quien se dice que distribuyó botellas a granel entre sus amigos y colaboradores políticos.Parece que esta costumbre de ofrecer privilegios nos vino de España pues ya en 1604 Agustín de Rojas en su Viaje entretenido nos cuenta cómo en Sevilla muchos aprovechados solían entrar al teatro sin pagar la entrada, o, de botella.En cierta forma el primer y más famoso botellero de Cuba fue Fernando Colón, hijo predilecto del descubridor y notable cronista, quien cuenta que próximo a morirse su padre le concedió "una pensión de mil quinientos pesos anuales sobre la Isla de Cuba" .La culpa de todo la tuvo el totíEl totí es un pájaro pequeño que abunda mucho en la campiña cubana. En la región oriental de Cuba se les llama choncholí. Pertenece a la familia de los córvidos; tiene plumaje negro y pico encorvado y se alimenta de semillas e insectos.Don Fernando Ortiz dice en su libro Nuevo Catauro de Cubanismos que este pequeño plumífero hacía tanto daño a las cosechas y aún al azúcar almacenado, que era costumbre en los antiguos ingenios poner a un esclavo a cuidar que los totíes no se acercaran a picotear los sacos de azúcar o de granos almacenados.Los esclavos, puestos a cuidar lo que a ellos les faltaba, solían robar de los sacos almacenados y echarle la culpa de las faltas a los totíes, cuando el mayoral o el amo les reclamaban, así surgió la frase "la culpa de todo la tuvo el totí", que socorridamente usamos los cubanos para descargar nuestra responsabilidad, cuando somos sorprendidos infragante en alguna falta.El cocomacacoTres signos externos distinguían al sargento político cubano de primeros años de la república: traje de drill cien, diente de oro y cocomacaco. ¿Qué era el cocomacaco? Pues una especie de bastón o garrote nudoso, que se usaba como arma defensiva u ofensiva, según como se mirara, por los activistas políticos y gente de acción.Era el signo de la "guapería" a la cubana, o sea, del hombre pendenciero y perdona vidas. El cocomacaco fue usado también en Haití como arma principal del ejército, un viejo poema haitiano dice: "contra el hechizo de la mala hembra, cocomacaco duro tendrá".Digamos, pues, que el cocomacaco es un instrumento contundente de disuasión, palo y tente tieso, como di ría un castizo.All comienzo de la república se usaba el cocomacaco para hacer trabajar a los que, pudiendo, no querían. Esta copla reflejaba el grado de vagancia de algunos: No refrescar / no escupir / no rascarse / no fumar. Muy temprano llegar / casi de noche salir / no hay tiempo para almorzar / ni otra cosa que escribir / quien se quiere colocar / es que se quiere morir. Para corregir a estos sujetos se usaba el cocomacaco.Sin azúcar no hay paísLas raíces de la caña de azúcar fueron llevadas a Cuba desde las Islas Canarias por Cristóbal Colón en su segundo viaje, en diciembre de 1493. Plantadas en las fértiles tierra cubanas, las lluvias, el sol y las magníficas condiciones climáticas pronto hicieron que la planta se enraizara y hacia 1501 surgió el primer cañaveral propiedad de don Pedro de Atienza.Al principio se extraía el guarapo por medios manuales. El Padre Bartolomé de las Casas dice que en 1506 el catalán Miguel Ballester comenzó a extraer el guarapo o "zumo de la caña" por medio una instrumento llamado "cunyaya" o prensa de palanca. El primer trapiche de caballos lo construyó don Gonzalo de Velosa. A estos rudimentarios trapiches también se les llamaba "cachimbos".En las Elegías de Juan de Castellanos aparece esta copla: "El inventor primeros de esta cosa, / Que primero lo dio perfeccionado, / Dicen que fuese Gonzalo de Velosa, /Varón por buena letra estimado".Andando el tiempo y con la aparición de las calderas de vapor surgieron los "ingenios". Dice Fernando Ortiz que se decía ingenio por decir "industria, maña o artificio".Con el desarrollo de la tecnología surgieron los ingenios ultra potentes, que pasaron a llamarse "centrales".Desde el descubrimiento, la industria azucarera estuvo ligada a la historia de Cuba.Sus triunfos y fracasos dejaron huella indeleble en la historia y en el carácter de los cubanos, si la industria azucarera iba bien era época de "vacas gordas", por el contrario, si a la industria azucarera le iba mal entonces estábamos en época de "vacas flacas .Cuando en 1944 el presidente Grau logró un ventajoso acuerdo de precios para el azúcar que vendíamos a los Estados Unidos, se produjo el llamado "Diferencial Azucarero", un período de vacas gordas de grata recordación, cuando cada cubano tenía cinco pesos en el bolsillo, según decía Grau.Ahora que se anuncia la eliminación de la industria azucarera cubana es hora de recordar aquella famosa frase que llegó a ser un axioma entre los cubanos: "sin azúcar no hay país".El presidente cordialEn 1948 presentó su candidatura a presidente de la república el doctor Carlos Prio Socarrás. el doctor Prio procedía de una familia de la clase media cubana.Sus mayores había participado en la guerra de independencia y él, en sus años de estudiante, había sido miembro del Directorio Estudiantil Revolucionario, que tanto tuvo que ver con la caída del general Machado.Durante el gobierno del doctor Ramón Grau San Martín, Prio había ocupado los cargos de Ministro del Trabajo y de Primer Ministro, ade más del escaño de senador por la provincia de Pinar del Río.La campaña de Prío se desarrolló con gran entusiasmo y dinamismo entre las masas de su "Partido Revolucionario Cubano (Auténtico)" , se escogió una enorme aplanadora como símbolo de la campaña y la música electoral compuesta por Osvaldo Farrés decía: Prío, Prío presidente / por que lo quiere / lo quiere la gente. / ahí viene la aplanadora / con Prío alante y el pueblo atrás. Y más de una vez apareció el doctor Prío conduciendo la aplanadora.La candidatura de Prío Socarrás triunfo sobre la del doctor Ricargo Núñez Portuondo, un distinguido médico habanero y Carlos Prío tomó posesión de la presidencia el 10 de octubre de 1948, en el discurso de toma de posesión Prío afirmó: "Yo quiero ser un presidente cordial".Su gobierno se caracterizó por la ejecución de numerosas obras pública en toda la isla impulsadas por el Ministro de Obras Públicas Luis Casero Guillén, particularmente en La Habana se dio inicio al proyecto monumental de la Plaza Cívica (luego llamada Plaza de la Revolución por Castro), en la que se ubicarían los edificios del Tribunal Supremo de Justicia, el Teatro Nacional, Tribunal de Cuentas, Biblioteca Nacional, Ministerio de Comunicaciones y otras dependencia del Estado.Otros grandes logros del gobierno de Prío fue la creación del Tribunal de Cuentas, del Banco Nacional de Cuba como banco de bancos y numerosas leyes sociales como la del aguinaldo a los empleados conocida como "Ley Arturito".El gobierno de Carlos Prío Socarrás terminó abruptamente el 10 de marzo de 1952 con el golpe militar del general Batista. Muchos cubanos, incluyendo el que esto escribe, recordaremos siempre al doctor Prío como "el presidente cordial".La Jornada GloriosaEl 1 de junio de 1944 se celebraron elecciones generales en Cuba para elegir un presidente y un vicepresidente, las dos cámaras del congreso y los gobernadores provinciales, dos grandes agrupaciones políticas presentaron candidatos: La Coalición Socialista Democrática, y la Alianza Auténtico Republicana.Los de la CSD postularon al Dr. Carlos Saladrigas y Zayas, un prestigioso médico, para presidente y al Dr. Gustavo Cuervo Rubio para vicepresidente. La Alianza, por su parte, postuló al Dr. Ramón Grau San Martín, un eminente profesor de fisiología de la Universidad de La Habana, y al Dr. Raúl de Cárdenas y Echarte para vicepresidente.El presidente Batista apoyaba al candidato de la coalición y todo parecía indicar que éste sería el ganador, aunque en aquella época no se hacían encuestas como ahora. Lo que realmente sucedió fue que el pueblo votó masivamente por el candidato de la Alianza y así resultó electo el Dr. Grau San Martín.Eduardo Chibás y Rivas, que fungía como vocero de la Alianza y que resultó electo senador en aquellas elecciones, dio en llamar aquel día de elecciones como "La Jornada Gloriosa del Primero de Junio" y así lo empezó a llamar en sus discursos y radio mítines, quedando acuñada l a frase para la historia.Los doctores Grau San Martín y Cárdenas Echarte tomaron posesión de sus cargos de presidente y vicepresidente el 10 de octubre de 1944.Recuerdos de Cuba - Segunda Edición 2008
Por Andrés D. PuelloLa cultura cubana se pone de manifiesto en este libro, leerlo es entrar dulce y melancólicamente por el campo de los recuerdos y al hacerlo se recordará o se aprenderá mucho de lo cubano,para adquirir una copia de este libro envié un cheque por la cantidad de $11.45 (cubre costo y gastos de envío) a: DPA International, P.O.Box 440817, Houston, TX 77244. Lo recibirá a vuelta de correo. O, si lo prefiere puede pagar con su tarjeta de crédito.El collar de la reinaCuando terminó su mandato el general Mario García Menocal, tercer presidente de Cuba, se fue a vacacionar a París, Menocal estaba casado con Mariana Seba, dama de la alta sociedad habanera, famosa por su buen gusto y refinamiento..Se encontraba en París, de vacaciones también, el rey de España don Alfonso XIII, a quien acompañaba su esposa la reina Victoria Eugenia, una tarde, al visitar una importante joyería parisina, la soberana quedó deslumbrada por un collar que había en exhibición.La reina trató de convencer a su augusto esposo que se lo comprara; pero don Alfonso, que gozaba de fama de ser comedido en el gasto, no quiso complacer a su esposa, tras varios días de insistencia, doña Victoria Eugenia logró convencer al rey de que le comprara el collar.Fueron a la joyería, pero ya el collar se había vendido a la esposa del general Mario García Menocal, la reina le recriminó a su esposo: -Lo ves, por tu tacañería perdí el collar, a lo que don Alfonso respondió: "¿Qué querías que hiciera, mujer? Yo sólo soy el rey de España, y él es un ex presidente de la República de Cuba".El modesto quiloCuando comenzó la primera intervención norteamericana en Cuba en 1898, todo el papel moneda emitido por el Banco Español de la Isla de Cuba se declaró nulo y sin canje, y comenzó a circular la moneda norteamericana, o sea, el dólar.Esta situación se mantuvo, aún instaurada la república, hasta que durante el gobierno del general Mario García Menocal (1913-1917) y siendo secretario de Hacienda el doctor Leopoldo Cancio Luna, se estableció el sistema monetario cubano.La moneda cubana tomó como patrón el oro, siendo su símbolo monetario el peso cubano, que se compone de cien centavos, de momento no se emitieron billetes, sólo monedas de 1, 2, 5, 20 y 40 centavos.La antigua peseta española se componía de cien céntimos a los que popularmente se les llamaba quilo. De ahí viene la costumbre cubana de llamar quilo a la moneda de un centavo.Aunque había la creencia de que el modesto quilo no tenía mucho valor, ("No vale ni un quilo" decían los cubanos viejos para indicar que algo tenía poco valor), con un quilo se podían comprar muchas cosas, como por ejemplo: un pirulí, una melcocha, un cigarro, un chicle, azúcar, sal, por señalar algunas, con tres quilos un taza de café y con cinco quilos podías ir al cine. Una popular tienda habanera, que vendía artículos de a quilo se llamaba "La Casa de los Tres Quilos", y en Cienfuegos recordamos a la tienda "El Centavo".No despreciemos, pues, al modesto quilo.Los Aires LibresA las terrazas de los cafés y bares establecidos frente al capitolio nacional en La Habana, los cubanos les llamábamos Aires Libres,eran sencillas terrazas para tomar una copa, un refresco o un refrigerio ligero.Lo más notable de los Aires Libres era la música, prácticamente cada terraza tenía su propia música ejecutada por una orquesta, conjunto, trío, dúo o, sencillamente, un cantante en solitario.La primera vez que visité una de estas terrazas fue en 1942 durante mi primer viaje a La Habana, en esos días La Habana no se encontraba muy alegre, pues los alemanes habían hundido varios barcos mercantes cubanos, sin embargo, en los Aires Libres había "ambiente".Recuerdo la orquesta "Anacaona" formada sólo por mujeres asiáticas, fueron muchos los artistas que actuaron en aquellas terrazas. Uno de los más notables fue Daniel Santos, el inquieto "anacobero".Otras de las atracciones de los Aires Libres eran los fotógrafos que deambulaban por ellos ofreciendo hacer fotografías de los asistentes, la oferta era variada. Las fotografías con el capitolio nacional de fondo tenían un precio mayor que las otras en las que sólo aparecía la persona "retratada", el fotógrafos ambulantes solían preguntar al cliente: ¿Con capitolio o sin capitolio?Recuerdo que, en unión de otros familiares, me tomé una de aquellas fotos "con capitolio".Las butifarras del CongoEn la carretera central a su paso por Catalina de Güines se encontraba el restaurante de El Congo (cuyo nombre desconozco, a ver si alguien me echa una mano y me lo averigua) y su especialidad eran las butifarras.La butifarra es un embutido a base de carne de cerdo molida. Según se cuenta, llegó a Cuba procedente de zona de Cataluña, Valencia y la islas Baleares en España; pero las butifarras cubanas eran realmente las mejores del mundo.El Congo comenzó su negocio en un pequeño quiosco a la orilla de la carretera. Pronto los automovilistas, camioneros y guagueros descubrieron la calidad de la bufitarra de El Congo y comenzaron a parar sus vehículos para degustar aquel manjar.No tengo que decirles que a la vuelta de unos años aquel negocio creció hasta convertirse en un gran restaurante que ofrecía toda clase de comidas, aunque el plato fuerte seguía siendo las butifarras.No era raro en El Congo ver grandes concentraciones de automovilistas y los ómnibus de Menéndez, Santiago-Habana, La Ranchuelera, la Flecha de Oro, que hacian allí su parada obligada para que los viajeros pudieran degustar las butifarras.No en balde la décima popular decía: "Con este cantar propongo / lo que dice mi segundo / no hay butifarra en el mundo / como la que hace El Congo".Café con lecheAlguien, queriendo ofender a Cuba, dijo que los cubanos éramos un pueblo de chicharrones y café con leche, bueno, realmente éramos mucho más que eso, éramos uno de los primeros países de América; pero además hacíamos unos chicharrones de puerco para chuparse los dedos y preparábamos un café con leche, como en el cielo.No hay café con leche en el mundo como el de La Habana de antes. Venía el camarero a la mesa con una lechera en una mano y la cafetera en la otra y en la propia taza te mezclaba el café con la leche. Todo un arte de sabor y precisión.Me imagino que tendría que ver la leche empleada y sobre todo el café, he saboreado el café con leche madrileño, que es bueno, he paladeado el que preparan en el Café de la Parroquia de Veracruz en México, que trata de parecerse al de Cuba, mezclado en la taza, también he probado el del Versalles en Miami, que tambien es bueno; pero ninguno me sabe igual a aquel café con leche habanero, saboreado sin prisa, en un café de La Habana vieja, cuando Cuba florecía."El Encanto" y su encantoMás que una organización comercial, la tienda "El Encanto" de La Habana fue
una institución al servicio de la sociedad cubana.Fundada en 1888 por la firma comercial Solis, Entriago y Cia. estuvo situada en la esquina de las calles Galiano y San Rafael. "El Encanto" fue modelo de buen gusto y modernidad en el comercio hasta su ocupación al inicio de la revolución castrista."El Encanto" creó un modo distinto de comerciar. Más moderno, más refinado y más cubano.¿Quién no recuerda sus atractivas "vidreras" sus elegantes empleadas, sus salones dedicados a lo mejor de la moda universal? ¿Quién no recuerda a "Don Julio"? El encanto de "El Encanto" era esa elegancia, ese buen gusto, esa "clase" que siempre supo imponerle a sus artículos a sus servicios y a su personal.Recordamos hoy en esta viñeta a "El Encanto" y... su encanto.La Guarachera de CubaSe nos fue Celia Cruz, la "Guarachera de Cuba", esta incomparable mujer llegó ser la representación de Cuba para el exilio cubano, decir Celia Cruz es decir Cuba. No en balde ya ha comenzado a llamársele Celia Cuba, en vez de Celia Cruz.¡Cuántos recuerdos y cuánta nostalgia nos ha regalado Celia Cruz durante estos cuarenta y tantos años de exilio!¡Cuántos recuerdos detrás de cada una de sus canciones!"Se oye el clamor de un pregonar.... " y de inmediato nos vienen los recuerdos, el primer baile o la primera cita amorosa; o aquél lugar donde de la vimos y bailamos con su música por primera vez.¿Quién no recordó a Cuba, a sus paisajes y a sus gentes cuando oyó a Celia interpretar "Mata Siguaraya". "Burundanga", "Cao Cao Maíz Picao" "Cuba qué linda es Cuba" y otras muchas?Celia se ha ido; pero su música y su alegría se quedará para siempre con nosotros; y cada vez que oigamos sus canciones pensaremos en Cuba. Esa Cuba que Celia Cruz que tanto quiso.IN GOD WE TRUST
sábado, 24 de septiembre de 2016
El accidentado viaje de la señora Benz...
Corría el año 1888 y el señor Benz, cuyo apellido quizás les resulte relacionado a una marca de coches alemana, se encontraba un poco alicaído. Herr Karl Benz, que ese era su nombre completo, estaba preocupado por las ventas del producto estrella de su compañía, el Benz-Patent Motorwagen, que venía a ser un triciclo motorizado. Bertha Benz, simultáneamente esposa y socia capitalista en la compañía, confiaba plenamente en las posibilidades comerciales del cacharro, así que decidió embarcarse en un viaje prodigioso para demostrarle a su marido, y de paso al público en general, todo lo que era capaz de hacer aquella máquina. Esta es la historia de su accidentado viaje.
Bertha Benz, hacia 1871
El Benz-Patent Motorwagen es considerado en forma unánime el primer automóvil de la Historia, entendiendo como tal un vehículo diseñado para ser autopropulsado mediante un motor. Alcanzaba una fascinante velocidad tope de 16 kilómetros por hora.
El primero fue construido en 1886, y financiado por Bertha, de orígenes más bien acomodados. Lamentablemente las leyes de esa época impedían que una mujer casada pudiera ser titular de una patente, así que sólo Karl figura como inventor del automóvil.
En 1888 apenas se habían vendido un par de aparatos, a un precio evidentemente inalcanzable para la inmensa mayoría de la población, lo cual tenía preocupado a Herr Karl, que no cubría sus costos ni por casualidad. En opinión de su esposa y socia, el problema no estaba en el automóvil, sino en la manera de venderlo.
Hasta entonces todos los desplazamientos realizados con los estrambóticos triciclos motorizados eran de corta distancia y con asistencia técnica, lo cual dejaba al Motorwagen del señor Benz como poco más que un caro juguete. Así que la amantísima esposa de Herr Benz planeó una demostración empírica de las cualidades del vehículo. El movimiento se demuestra andando, y Frau Bertha no era de las que se andaba con rodeos.
El Motorwagen de Karl y Bertha Benz. Con este cacharro infame se recorrieron 106 kilómetros de un tirón. Eso es valor.
Aún no había amanecido el 5 de agosto en Mannheim, una ciudad del sureste de Alemania, cuando Bertha Benz despertó a sus dos hijos mayores, de quince y trece años, para que le acompañaran en el surrealista viaje. Silenciosamente empujaron el coche fuera del taller; le dieron vueltas a la manivela hasta que el automóvil se puso en marcha y se lanzaron a la aventura.
Herr Karl, absolutamente ignorante de lo que su mujer había tramado, encontró una nota cuando se despertó, en la que Bertha le informaba de que había ido con los niños a visitar a su madre, residente en la ciudad de Pforzheim. Lo que no decía es cómo había ido. De eso se enteraría más tarde, y uno pagaría por ver la cara que puso al percatarse de lo que estaba sucediendo.
Recreación del inicio del viaje de Bertha y sus hijos
Las dificultades a las que se enfrentaron Bertha y sus vástagos se iniciaron desde bien temprano. Las tuvieron de todo tipo.
La primera de ellas, de orientación. Sólo después de haber iniciado el viaje se dieron cuenta de que ni tenían un mapa de carreteras (porque, bueno, no existían aún) ni conocían el camino, así que dieron un rodeo vía Wenheim. Durante los siguientes cien kilómetros Bertha y sus hijos asombrarían a todo aquel con el que se encontraron: eso de ver un coche no tirado por caballos, sin olor a estiércol, sin polvo ni sudor, era algo inimaginable.
Circulando a toda marcha por los caminos rurales alemanes (unos 15 km/h, en el mejor de los casos)
Además de las dificultades con la orientación también padecieron problemas técnicos. Uno muy sencillo: la falta de combustible. Poco antes de llegar a un pueblo llamado Wiesloch el triciclo se quedó seco, y es fácil imaginar que en un mundo donde no existían automóviles las posibilidades de recargar combustible tendían más bien a ser cero. Pero doña Bertha no se arredró. El Motorwagen de los Benz usaba como combustible un derivado del petróleo llamado ligroína, usado por entonces como producto de limpieza. Así que nuestra heroína entró en una apotheke (una farmacia) y procedió a comprar cinco litros de combustible para su vehículo, inventando así la estación de servicio. Los dueños de la farmacia están tan orgullosos del papel de su negocio en esta historia que todavía hoy, siglo y cuarto más tarde, sigue recordando el evento con una placa y una escultura donde se indica que esa farmacia fue "la primera estación de servicio de la Historia".
La primera parada para recargar de todos los tiempos. Debajo, fotografías de la farmacia-estación de servicio, con la escultura homenaje situada delante y la placa conmemorativa.
Unos kilómetros más allá los frenos se calentaron en exceso, así que nuestra protagonista, que tenía soluciones para todo, le encargó a un zapatero unas cubiertas de cuero para el sistema de frenado. Así pudo continuar viaje sin mayores contratiempos, y de paso, acababa de inventar las zapatas de freno (como quien no quiere la cosa). Más problemas técnicos siguieron durante las siguientes horas, incluyendo falta de aceite y fallos en el cárter. A todo ello se unía el penoso estado del camino, normalmente transitado únicamente por recuas de mulas, hombres a caballo y ocasionales diligencias, y que dificultaba mucho el avance del moderno triciclo de doña Bertha, que carecía de cualquier cosa parecida a los amortiguadores.
Pero finalmente, cuando ya había anochecido, la señora Benz y sus retoños llegaron a casa de la abuela, desde donde le pusieron un telegrama al marido y padre de los osadísimos viajeros, que sin duda a esas horas ya estaría preocupado.
Anuncio del Motorwagen de los Benz
En total habían sido 106 kilómetros de recorrido, el viaje más largo de todos los tiempos, con muchísima diferencia, en un automóvil. Unas trece horas de viaje repletos de anécdotas que habían cumplido con creces el objetivo publicitario del viaje: por los pueblos del camino no se hablaba de otra cosa que de esa osada que iba con sus dos hijos en un triciclo a motor por los horrendos y polvorientos caminos de la época. Bertha Benz también había inventado el marketing. Y todo en 100 kilómetros.
Mapa del recorrido de ida (en azul) y regreso (en rojo) de Bertha Benz y sus hijos.
Pero claro, había que volver, así que a la mañana siguiente emprendieron el camino de vuelta, siguiendo otra ruta más corta, lo que les permitió llegar a Mannheim a la hora de la cena (o sea, sobre media tarde). Allí Bertha le explicó con pelos y señales a su marido los pormenores del viaje, y, como la mejor y más osada piloto de pruebas de todos los tiempos, le hizo toda clase de sugerencias para mejorar el rendimiento y el funcionamiento del motorwagen. Y funcionaron. El cacharro de los Benz empezó a venderse cuando se comprobó que podía servir para algo más que ser objeto de lujo, y ese fue el origen de la compañía que ahora conocemos como Mercedes-Benz.
Karl y Bertha Benz en 1914
Bertha vivió muchos años más, tantos como para soplar 95 velas en un acto donde se le concedió el doctorado Honoris Causa en la Universidad Técnica de Karlsruhe. Murió pocos días más tarde, dejando un legado imborrable en la historia de la automoción. A principios del siglo XXI el estado de Baden-Wurtenberg reconoció dicho legado dando nombre a la Bertha Benz Memorial Route, que sigue los 194 kilómetros del recorrido de ida y vuelta original. Hoy ir de una ciudad a otra, y más en Alemania, es cuestión de minutos por una moderna autopista, pero si eso es así es en parte gracias a osados pioneros como Bertha Benz.