domingo, 15 de enero de 2017

Barcos fantasmas ...


 

... misterios en los océanos ...

 

Barcos fantasmas, misterios en los oceanos


Misterio, miedo, enigmas, son algunas de las sensaciones que se siente al hablar de los 

barcos o buques fantasmas. Historias que se han transmitido a lo largo de siglos por marineros, 

pescadores y muchas otras personas. Misteriosas naves fantasmas espectrales que se materializan

 en medio del mar y desaparecen rápidamente, lo que para algunos representa un mal presagio.

 Barcos abandonados que se encuentran a la deriva bajo circunstancias horribles, con la tripulación

 desaparecida. Todos se incluyen en esta misteriosa categoría, que aunque en muchos casos carecen

 de pruebas provocando especulación y temor. A continuación, presentamos algunos de los

 misteriosos buques fantasmas del mundo marítimo que hacen preguntarse: 

¿Qué esconde realmente el mar?

 

Mary Celeste

Mary Celeste


El 4 de diciembre de 1872, el buque Mary Celeste fue descubierto entre las Azores y Portugal.

 Su tripulación desapareció sin dejar rastro, no había señales de lucha, además el barco estaba

 totalmente aprovisionado con un suministro de seis meses de agua y comida. El ultimo registro 

del capitán fue del 24 de noviembre, no mostraba ningún indicio de peligro. La cabina del capitán

 Benjamin Briggs estaba completamente intacta. Según el equipo que abordó el barco, la tripulación

"se dio muncha prisa", ya que las pipas de fumar y el tabaco aún estaban allí, pero ni rastro de 

ningún marinero. Solo un bote salvavidas había desaparecido, y el cargamento de 1.701 barriles

 de alcohol industrial estaban intactos. El hecho de que todas las explicaciones razonables han sido

 descartadas, ha dado pie a otro tipo de teorías alternativas. La realidad es que hoy en día el destino

 del Mary Celeste sigue siendo uno de los misterios más famosos y enigmáticos de la historia marítima.

 

Carroll A. Deering

Carroll A. Deering

En la mañana del 31 de enero de 1921, la hermosa y enorme goleta de cinco mástiles fue 

encontrada varada en Diamond Shoals, Carolina del Norte. Abandonada y desértica, con todos

 sus once tripulantes desaparecidos, las circunstancias fueron tan extrañas como las del "Mary Celeste",

 siendo uno de los grandes misterios marítimos sin resolver de todos los tiempos. 

Sus velas estaban alzadas y la cocina mostraba evidencia de que la comida estaba a punto de ser preparada.

 Los efectos personales de los tripulantes habían desaparecido, junto con los equipos de navegación,

 libros de registro y botes salvavidas. Muchos expertos en lo paranormal afirman que el Carroll A. Deering

 habría sido victima de los fenómenos del Triángulo de las Bermudas.

 

Bel Amica

Bel Amica

En 2006, una goleta de "estilo clásico" fue encontrada por la Guardia Costera italiana frente a la 

costa de la isla de Cerdeña, Italia, sin tripulación a bordo. Este buque fantasma contenía la comida

 a medio comer, mapas franceses de los mares del norte de África, un montón de ropa, una bandera

 de Luxemburgo y una placa de madera con el nombre de "Bel Amica", el nombre de la goleta. 

Las autoridades italianas descubrieron que la nave nunca se había registrado en ningún país.

 En principio se pensó que la nave era una antigüedad, pero pronto se reveló que era en realidad

 un moderno yate que pertenecía a un hombre de Luxemburgo. Posteriormente, el propietario de 

la embarcación dio su versión de lo ocurrido, pero la explicación del porqué abandonó de repente

 la embarcación no fue satisfactoria, ya que no explicaba lo que le había ocurrido a la tripulación.

 

SS Ourang Medan

En 1947, el buque holandés SS Ourang Medan envió una llamada de socorro que fue recibida 

por varias naves cercanas. El mensaje era corto, con algunas de sus partes indescifrables:

"Todos los funcionarios, entre ellos el capitán, están muertos en el cuarto de derrota y el puente.

 La tripulación posiblemente también estén muertos".

Poco después se escucharon las palabras: "me muero…" para finalizar la transmisión de radio.

 La tripulación de un buque fue en su ayuda para rescatar a los sobrevivientes a bordo del SS 

Medan Ourang. A medida que los equipos de rescate subieron y entraron en la cubierta de carga

 afirmaron que el perro había muerto por causas desconocidas, pero su rostro estaba transfigurado 

en un gruñido. Todo el mundo fue encontrado muerto con los brazos extendidos, como si quisieran

 señalar o alcanzar algo en el momento de su muerte. Todos los rostros de los tripulantes muertos 

estaban paralizados de horror. A medida que intentaron entrar en la bodega de carga, una súbita 

explosión seguida de un incendio se extendió rápidamente consumiendo la nave. Nadie pudo 

determinar lo que pasó en la nave, ya que la nave se hundió rápidamente en el océano.

 

SS Baychimo

SS Baychimo

El 1 de octubre de 1931, el SS Baychimo estaba demasiado cargado con pieles, cuando se

 quedó atrapado en el hielo del Ártico. La tripulación después de dos días de estar atrapados

 a bordo de la nave y sin ninguna señal de ayuda, realizaron un arduo viaje por tierra a través

 del hielo a la aislada ciudad de Barrow, Alaska. Después de unos días en Barrow, a la tripulación

 les informaron que el barco empezaba a liberarse del hielo y regresaron al barco. Sólo siete días

 después, el 8 de octubre, el SS Baychimo volvió ha atascarse en el hielo, pero esta vez más 

profundamente que antes. Cuando se hizo evidente que el SS Baychimo permanecería atrapado

 todo el invierno, la compañía de la Bahía de Hudson envió un avión para recuperar a los 22 

miembros de la tripulación. Un reducido equipo de 15 tripulantes se quedó en el barco durante

 el invierno. Debido al peligro de permanecer a bordo por una posibilidad de hundimiento, 

la tripulación restante construyó un refugio de madera a una distancia segura del buque varado.

 Pero el 24 de noviembre, durante una gran tormenta el SS Baychimo simplemente desapareció. 

Durante los años siguientes, el SS Baychimo fue avistado en numerosas ocasiones. Varias personas

 afirmaron que abordaron el buque abandonado, pero que no fueron capaces de liberarlo. 

En 1969 fue la última vez que alguien informó sobre la nave. En 2006 el Gobierno de Alaska 

comenzó a buscar el barco en el fondo del océano. A día de hoy su destino se desconoce.

 

Octavius

Octavius

En 1761, un barco llamado Octavius partió de Londres con su carga con destino a China. 

Habiendo llegado bien a su destino y después de recoger otra carga para el viaje de regreso, 

el capitán decidió coger una ruta más corta a través del Paso del Noroeste, que hasta ese

 momento nunca se había realizado con éxito. La nave desapareció misteriosamente, pero

 trece años más tarde volvió a aparecer como un barco fantasma. El 11 de octubre 1775, 

el barco ballenero The Herald estaba trabajando en las aguas del oeste de Groenlandia, 

cuando observó un barco a la deriva. Abordaron la misteriosa nave y se encontraron toda 

la tripulación bajo la cubierta congelada como si intentaran escapar del frío. El capitán se 

encontraba en su camarote, sentado en su escritorio, también congelado con la pluma en 

la mano escribiendo una entrada del registro de navegación. La nave era el Octavius, y según

 la última entrada del registro que el capitán estaba escribiendo en 1762, el barco se quedó

 bloqueado por el hielo del Ártico. Al parecer, después de que las provisiones del buque se 

acabaran la tripulación murió congelada. La tripulación del Herald, pensando de que se trataba

 de una maldición, dejó abandonado el Octavius sin tocar nada. Ni el Octavius ni su tripulación

 volvieron ha ser vistos.

 

El Kaz II

Kaz II

El Kaz II era un yate de 10 metros que se encontró a la deriva y sin tripulación, en la costa norte

 de Australia en 2007. El barco no parecía tener ningún tipo de problemas y parecía funcionar 

correctamente. Cuando los investigadores abordaron el yate, se encontraron los cubiertos en 

la mesa, los chalecos salvavidas todavía colgando de sus ganchos y un ordenador portátil abierto 

y encendido sobre la mesa. De hecho, la única particularidad era que no había nadie a bordo. 

La investigación posterior descubrió que el barco había sido ocupado por tres hombres, uno 

de los cuales era el dueño del yate y un experimentado navegante. Los tres amigos habían 

salido tres días antes en una excursión náutica. Los investigadores analizaron los equipos GPS 

en el yate y se determinó la hora exacta y el lugar que la tripulación desapareció. Después de 

exhaustivas investigaciones y esfuerzos de búsqueda y rescate, ni los cuerpos ni pruebas adicionales

 fueron descubiertos nunca. Según determino un juez, los tres miembros de la tripulación cayeron 

por la borda, "al mismo tiempo", aunque no se informó de mal tiempo durante todo el viaje.

 

MV Joyita

MV Joyita

En 1955, un barco velero llamado MV Joyita realizó un viaje de dos días a las Islas Tokelau con

 25 pasajeros y una carga ligera. El barco nunca llegó a su destino y tampoco hubo señales de

 socorro. Se organizó una misión de búsqueda y rescate, pero sin éxito. El barco fue encontrado

 un mes más tarde, pero sin nadie a bordo. El MV Joyita estaba inundado y parcialmente sumergido. 

El cuaderno de bitácoras del barco y el equipo de navegación habían desaparecido. Tampoco estaba

 la embarcación auxiliar, ni los 3 botes salvavidas, ni la comida. La radio se encontraba en perfecto

 estado de funcionamiento y ajustada a la frecuencia de emergencia, aunque solamente tenía un 

alcance de dos kilómetros. Las primeras investigaciones determinaron que la nave comenzó a hundirse

 y los pasajeros tuvieron que abandonar la embarcación, pero el misterio comenzó cuando los

 investigadores se dieron cuenta de que el barco estaba en condiciones perfectas de navegar

solamente había una pequeña cantidad de agua en el interior del barco que se debió principalmente 

a la entrada de agua por las olas durante semanas de abandono. Si la tripulación y los pasajeros 

utilizaron los botes salvavidas, no fueron vistos por el rescate aéreo, aunque los botes salvavidas 

estaban diseñados para tener una buena visibilidad y que no se hundieran con facilidad. El misterio 

aumento cuando casi todas las ventanas de la nave estaban rotas y el motor principal estaba cubierto

 con colchones por alguna extraña razón. Uno de los pasajeros, que era médico, había dejado su maletín

 en la cubierta, además de encontrar trapos ensangrentados. Los relojes del barco se detuvieron 

a las 22:25h (excepto el reloj de pie de la cabina del capitán, que mostraban una hora completamente diferente).

 Nunca más se supo de la tripulación ni lo que ocurrió en realidad.

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